La huelga ya empezó para el sindicato de Artes Gráficas un día antes, el 28, que, como viene siendo tradicional, es cuando está llamado al paro el sector de la Prensa Diaria y Agencias de Noticias. De esa manera, el piquete informativo de la sección sindical de MARCA fue calentando motores para lo que vendría después.
Cerca de una docena de compañeros de CNT, al que luego se sumaría otro grupo similar de CCOO, y del sindicato de periodistas, se situaron a la entrada de Unidad Editorial, empresa editora de, entre otros, El Mundo, MARCA, Expansión, Telva... para informar de las razones y la necesidad de la huelga.
Hay que decir que la labor de CNT es especialmente dura, a la vez que necesaria, en un sector como el de la Prensa, donde existe un alto conservadurismo y muy poca conciencia social. No en vano se puede estimar, por poner un ejemplo, que el paro en las redacciones de dicho grupo editorial fue seguido por no más del 15% de la plantilla.
En el resto del sector el seguimiento fue desigual. Si bien la plantilla de Público paró mayoritariamente, otras como las de El periódico, La Vanguardia o El País tuvieron un seguimiento moderado y en las de ABC o La Razón fue ya prácticamente inexistente. En contraste, los centros de impresión de dichos periódicos pararon casi en su totalidad, lo que obligó a las empresas a buscarse medios de impresión alternativos, además de otras triquiñuelas de dudosa legalidad. Los diarios saldrían en ediciones muy reducidas y con cierres adelantados. Esto obligaba a preparar la siguiente batalla, la de la distribución.
Ya por la tarde-noche un nutrido grupo de compañeros del sindicato en el que se encontraban trabajadores de prensa y distribuidores de la misma, se trasladaron a la inmensa nave que Distrirutas (ABC) posee en Coslada. Allí, y a la vista de la tranquilidad absoluta que reinaba, decidimos sumarnos a más compañeros “ruteros” en un piquete que llegó poco después de la medianoche a cerca de 200 trabajadores frente a SAP (perteneciente a BOYACA y encargada del reparto de suscripciones de, entre otros, El Mundo, ABC, El País...). Pese al intento por parte de la empresa de contratar esquiroles -acto ilegal, dicho sea de paso- para romper la huelga, la presión del piquete hizo que la gran mayoría del papel, que a duras penas se había imprimido, se quedara en la nave.
Una vez, controlada la situación a las puertas de ambas empresas, el piquete de CNT se trasladó hasta la cercana nave de ASM (con la que los compañeros de Granada mantienen un conflicto desde hace unos meses). Hay que destacar que la de ASM era de las pocas empresas abiertas y trabajando que había en el polígono y, gracias al piquete de CNT, al que luego se sumó un contundente grupo de ruteros, se consiguió parar la salida durante un par de horas. Pese a algunos momentos de gran tensión que casi propician el atropello de varios compañeros (algo que tristemente sí ocurrió a la entrada de Bermont, empresa que imprime La Razón, donde una furgoneta arrolló de manera grave a una chica de CGT que se encontraba de piquete y a la cual deseamos su pronta recuperación) se consiguió parar la salida de los vehículos durante más de una hora. Sólo la acción de la policía consiguió desbloquear la entrada del mismo. De todas formas, hay que destacar que tras la salida, la empresa cesó totalmente la actividad.
Habiendo cumplido la labor, los trabajadores de la Distribución de Prensa hicieron una asamblea espontánea para dividirse las zonas con el fin de evitar que todavía hubiera esquiroles contratados ilegalmente repartiendo papel. Y la actividad parece haber obtenido sus frutos pues según datos de la propia Asociación de Kioskeros sólo llegó un 10% de periódicos a los puntos de venta, muchos de los cuales tuvieron que cerrar ante la inexistencia de prensa que ofrecer.
Por su parte el resto de compañeros se dirigió a la sede del sindicato para preparar los diferentes piquetes de la mañana en aquellas empresas donde contamos con secciones sindicales o compañeros: RTVE, Casa de la Moneda, Cines, nuevamente Unidad Editorial (el 29 estaban convocados a la huelga quienes no formaban parte de las plantillas de redacción: internet, publicidad, administración, Tvs), etc.
La labor matutina de los piquetes de CNT fue ingente. En la Fábrica de la Casa de la Moneda se sumó a los compañeros de Nueva Plataforma en una mañana tranquila pues el paro en ella fue superior al 90%. En RTVE se dinamizó el que ya existía de CCOO, UGT y CGT. De hecho, la presencia de compañeros de CNT superaba la suma de las organizaciones anteriores. La huelga en la corporación fue secundada mayoritariamente, cerca de un 70% (la emisión se limitó a programas enlatados y noticiarios), algo que contrasta con la de privadas como Tele 5 o Antena 3, donde el paro fue minoritario. Hay que destacar el caso de Telemadrid, que se pasó todo el día sin señal gracias a sus trabajadores, los cuales se negaron a seguir el chantaje del gobierno regional de Esperanza Aguirre.
A lo largo de la mañana y, mientras otros piquetes seguían a las puertas de las empresas (Caso de Unidad Editorial), allí donde la situación estaba controlada, los compañeros de CNT se dirigían al centro para sumarse a otros piquetes unitarios, como el de la Gran Vía, donde, junto a CCOO, CGT y multitud de jóvenes no adscritos a ningún sindicato, se mantuvo bloqueada la importante arteria de la capital durante algunas horas con cerca de 1000 personas.
En otro orden de cosas, cabe destacar que la labor informativa fue prácticamente innecesaria en el sector del Espectáculo: el Audiovisual paró en un 90%, los teatros lo hicieron en un 80%, y aunque la mayoría cines abrieron, las butacas se encontraban prácticamente desiertas.
Dos intensas jornadas de movilización y lucha que tendrían su colofón en la multitudinaria manifestación que la CNT madrileña había convocado entre Oporto y Marqués de Vadillo, una de las más concurridas de los últimos tiempos.
Para finalizar, se puede afirmar que el paro en el sector ha sido, salvo excepciones mayoritario y que la labor del sindicato ha sido enormemente productiva y ha demostrado a quienes nos han acompañado en las acciones y los piquetes, que la CNT sigue viva y trabajando. Y lo que es mejor, que el sindicalismo que propone, horizontal, asambleario, sin subvenciones ni liberados, empieza a dar los pasos para convertirse en una alternativa a ese sindicalismo esclerotizado y vertical que es, en buena medida, culpable de la situación a la que hemos llegado. Buena muestra es el hecho de que CNT fuera el sindicato mayoritario en los piquetes relatados, cuando nuestra afiliación en esas empresas es claramente inferior a otras centrales. Sólo este hecho debería hacer reflexionar a los militantes de esas organizaciones
Por otro lado, y siendo realistas, dudamos que con estas movilizaciones se consiga retirar la reforma perpetrada por el PSOE, tampoco creemos que CCOO y UGT vayan a entrar en una fase movilizadora (de hecho, ya hay guiños con el gobierno para pasar a negociar el asunto de las pensiones) pero sí creemos que hemos demostrado que hay quien no se resigna al estado actual de cosas y que con nuestro grano de arena estamos sentando las bases del cambio social que, como CNT, propugnamos. El camino está abierto; sigamos por él.
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