Por fin se ha hecho efectivo lo que hasta ahora venían siendo rumores repetidos en los diversos mentideros del sector: "El Consejo de Administración de Recoletos ha decidido que la empresa entre a formar parte de un gran grupo de prensa y comunicación, que nacerá en las próximas semanas y que estará en óptimas condiciones para triunfar en un mercado que se transforma cada día", lo que en román palatino significa, ni más ni menos, que el grupo RCS Media Group-España ha comprado nuestra empresa (salvo el diario gratuito Que! sobre el que, al parecer, pesa un privilegio de compra por parte del grupo Godó).
Y, claro, como no podía ser menos, todo ello viene aderezado con los habituales comentarios de que todo esto supone no sólo "una oportunidad extraordinaria para la compañía", sino también "oportunidades profesionales para las personas que trabajamos en Recoletos". En fin, las afirmaciones que se suelen producir cuando un grupo empresarial se zampa a otro. Lo que no nos cuentan (y se cuidarán mucho de hacerlo) es cómo va a influir ese hecho en nosotros, los trabajadores y cómo va a repercutir en nuestro futuro inmediato.
Para CNT hay un aspecto clarísimo: a la vista de las empresas que componen tanto Recoletos como Rizzoli, se puede decir que la actividad de ambos grupos editoriales es complementaria (si el primero destaca por la información especializada, el segundo lo es por la información de carácter general). Por tanto, la lógica nos dicta que no debería haber despidos o Expedientes de Regulación, pero, claro, la lógica de la parte social dista años luz de la lógica empresarial, esa para la que sólo somos números, puestos de trabajo, mano de obra que se puede suprimir sin preocuparse lo más mínimo del coste humano que pueda conllevar. Si a ello le añadimos que ninguno de los dos grupos de comunicación se distingue precisamente por potenciar la estabilidad laboral, desde luego no deberíamos dormirnos en los laureles. Dicho sea, sin ánimo de dramatizar, ojo, pero lo que es innegable es la necesidad de mantenernos despiertos.
Y es que ellos, como buenos empresarios, defienden sus intereses, pero no nos engañemos, por mucho que se nos venda la idea de que "todos estamos en el mismo barco" convendría recordar que los intereses empresariales son contrapuestos a los de los trabajadores. Por tanto, que nadie dude que la mejor forma de hacernos respetar, de hacer valer nuestros derechos, es tomar conciencia de nuestra fuerza y estar preparados por si hubiera que volver a movilizarse, tal y como hicimos hace algo más de un año. Cuando una vez más se demostró que la mejor forma de defendernos es enseñar los dientes.
De igual manera, convendría recordar también que de nada sirve "pegar un empujón" y firmar unos acuerdos que, sobre la mesa parecen estupendos, si luego no se hace un seguimiento efectivo de los mismos y se convierten en papel mojado. Y es que ¿acaso uno de los puntos fundamentales de aquellas movilizaciones no fue que varios trabajadores pasaran a fijos? ¿Alguien sabe qué ha sido de ello? porque lo cierto es que algunos de ellos ya no se encuentran entre nosotros y aquí nadie ha dado explicaciones de nada.
Por tanto hacemos un llamamiento a la plantilla a estar preparados ante los acontecimientos que se vayan sucediendo en las próximas fechas y, como siempre, dispuestos a defender nuestros derechos e intereses. Por parte de CNT reiteramos una vez más nuestra disposición a asesorar y apoyar a todo aquel trabajador que lo solicite, tal y como hemos hecho en otras ocasiones.
Sección sindical de CNT en Recoletos
Febrero 2007
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